Muy temprano en su vida, David Rivera definió su vocación: sería agricultor y mantendría la tradición de su papá y su abuelo. Para eso se preparó como agrónomo y en el 2008 dio continuidad al trabajo familiar en las cinco cuerdas de la Finca Tanamá, donde además de cultivar recao, producen otros ingredientes de la cocina boricua, como el cilantro. También se embarcó en un proyecto de lechuga a través del sistema hidropónico. David habla con pasión de esa herencia familiar, de las horas que dedica a la finca y a estar en contacto con la naturaleza.